Mis puffles

Se me ha ocurrido enseñaros todos mis pufitos, y de paso tal vez os apetezca mandarme alguna foto con los que teneis vosotros.

Estos son mis puffles...

Cada uno es especial, tiene su propio peinado y su personalidad. En conclusión, son una gran comunidad. Me podeis mandar fotos de vuestros puffles a: sergio.pufito algarroba gmail punto com

Tallin, la capital de Estonia, mola.

Pufito es tan importante que le vienen a recibir bandas de orquesta donde quiera que vaya. Y eso incluye Estonia.

Pufito encontró el amor de su vida, Estoña, que sin duda era de su altura y estilo... bueno, un poco más medieval.

El escudo tenía la forma perfecta para llevar a Pufito a las cruzadas...

Para altura la que había hacia abajo. Daba miedo. Mira que si se cae Pufito...

Tomando un té junto al pozo de los gatos.

Colgando voy, colgando vengo...

Colgando voy, colgando vengo...

Y así me entretengo...

A Pufito le encantó Tallín, aunque la visita fue a la carrera porque llegamos muy tarde.

Las cosas medievales le gustan mucho, aunque es un viajero del siglo XXI ;-)

Pufito y sus penurias en Segovia

Pufito me acompañó a Segovia a hacerme el DNI y llegando se nos estropeó el coche. A pesar del disgusto visitamos la ciudad como corresponde a tan ilustre viajero. Volvimos en taxi...

A Pufito le cuesta mucho saltar estos escalones.

Abriéndose hueco entre las piedras...

Pufito encuentra una mano de tres dedos.

¿Donde está Wally, digo Pufito?

No se lo llevó la corriente, pero casi le pica una avispa...

¿Que es lo que veo?...

Anda que si no sabes que es el acueducto...

Pufito intentó el autoestop, pero viendo las dimensiones de mi padre y de mi hermano nadie paraba...

Pufito castellano leonés

Después de visitar a su amiga la rana y a su colega el astronauta, Pufito posa sonriente en la Plaza Mayor más bonita del mundo mundial. Antaño los chicos daban vueltas en una dirección y las chicas en la contraria... pero eso era hace muuuuucho muuuuuucho tiempo.

Cuando llegamos a Alba de Tormes, Pufito quiso leernos los panfletos que contaban cosas de las iglesias.

Con la iglesia De San Juan de la Cruz al fondo.

En la capilla del convento de Santa Teresa después de ver el corazón y el brazo incorrupto.

Le dijimos que no leyera más, pero Pufito es un cabezota de mucho cuidado.

Nos fuimos a Avila, y primero pasamos por el convento de Santa Ana... que es un monasterio Cisterciense que está a las afuera de la ciudad.

Hizo buenas migas con los leones de la puerta de la catedral un rato antes de asistir al concierto de los pufitos cantores de Pinto, que cantaban en la catedral esa tarde.

Finalmente nos despedimos de la ciudad visitando su muralla, que un poco más y da dos vueltas, aunque no llega a ser como la de China (por poco).

Este viaje le pareció a Pufito muy inesperado, muy variado y bastante cansado.

Pufito visita el Guggenheim de Bilbao

Con las extrañas formas del Guggenheim Pufito alucinó a colores plateados.

Se hicieron buenos amigos Pufito y el perro que cuida el Guggenheim.

Bilbao tiene muchos edificios estupendos por construir.

Pufito versus araña tacaña.

Esto es todo por hoy, chumorrou mor.

Pufito en la Normandía

Pufito Viajero se cambia los papeles con el Pufito artista en Honfleur.

Notre Dame de Rouen descanso casi eterno para Pufito Viajero

En Rouen, buscando el imán de la ciudad, Pufito encontró a Asterix

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